
29 Jun Logan Paul vs Floyd Mayweather: El combate que cambió las reglas
Si hace unos años me hubieran dicho que un campeón mundial de cinco divisiones del boxeo, que ostenta un récord profesional de 50 victorias en 50 peleas, estaría dispuesto a celebrar un combate de exhibición contra un creador de contenido os aseguro que miraría el calendario para saber si es una inocentada.
El combate entre Logan Paul y Floyd Mayweather ha cambiado el destino. Puede parecer una afirmación un tanto exagerada, pero os puedo asegurar que no. Hasta ahora hemos estado viendo con total normalidad que actores de cine o deportistas de élite cruzaran sus oficios en actos promocionales. No era raro ver un ganador de un Oscar hacer el saque de honor en un partido de gran trascendencia o una estrella de la NBA participar, o protagonizar, una película -como el caso de Space Jam-. Ahora esta tendencia está cambiando y son los creadores de contenido los que protagonizan este tipo de acciones.
Los espectáculos de hoy en día tienen un problema, y es su dificultad para llegar a las nuevas audiencias. El ejemplo más destacado y descarado es el que se está dando en el deporte rey, en el fútbol. Según el presidente de la Asociación Europea de Clubes, Andrea Agnelli, un 40% de los jóvenes entre 16 y 24 años no tiene ningún interés en el fútbol. Las redes sociales, Netflix y los eSports pasan por delante de Messi, Mbappe, Ronaldo… e incluso del Barça! ¡Mi Barça!
Esta lenta capacidad que están teniendo los espectáculos -sean deportivos o no- para conectar con las nuevas generaciones conlleva que combates de exhibición como el de Paul contra Floyd lleguen a ser una gran oportunidad para que, en este caso el boxeo, gane mercado. Es cierto que el hecho noticiable es que un youtuber nacido el año 1995 comparte ring de combate con un supercampeón del boxeo, pero vayamos más allá.
Logan tiene 20,4 millones de seguidores en Instagram y 23,2 en YouTube. Si echáis un vistazo a sus perfiles veréis cómo ha ido contando, día a día, todo lo que suponía celebrar este acontecimiento. Era una especie de unboxing adaptado al combate que, con los datos en la mano, se puede decir que ha sido muy efectivo. A pesar de ser un espectáculo de pago -ver el combate tenía un precio de 50$-, más de 3 millones de espectadores lo siguieron. Logrando así unos ingresos de 150 millones de dólares.
Este combate es un punto y a parte. Ha cambiado la forma de promocionar los espectáculos que, estadísticas en mano, van perdiendo poder entre las nuevas generaciones. El influencer marketing ha llegado para quedarse.