Instagramear

Instagramear

No sé si os habéis percatado que muchas empresas tienen en sus redes sociales un rincón visual especial que explotan con mucha dedicación. Esto es siempre más fácil de detectar en negocios como los bares, los restaurantes y los hoteles. Muchos de ellos, no todos, distribuyen la decoración estratégicamente para que los clientesse sientan atraídos a hacerse un selfie en el lugar, postearlo y, sin quererlo ni beberlo, hagan promoción del establecimiento en cuestión.

Pues bien, todo esto que siempre se ha conocido como tener un rincón “fotográfico” ahora se define como instagrameable. Un concepto que no solo determina hasta qué punto una app como Instagram ha sido capaz de hacer mella en nuestro pensamiento colectivo, sino también nos hace reflexionar sobre si las redes sociales están decorando nuestra realidad para adaptarla a unos cánones.

Desde la parte más empresarial, es evidente que tener un “rincón instagrameable” es una acción de márketing que puede tener mucha más repercusión de la que muchos pueden pensar. En el reciente Estudio Anual de Redes Sociales IAB Spain presentado el pasado 5 de mayo se podía ver como Instagram sigue ganando terreno, no solo entre los más jóvenes sino también entre los adultos. Tanto es así que, para el 30% de los encuestados que forman parte de la Generación Z (16-24 años), su red social preferida es Instagram, seguida de Whatsapp con el 22%. Para los Millennials (25-40 años) la primera es Whatsapp, con el 28%, solo un punto más que Instagram! Que ocupa el segundo lugar con el 27%.

Instagram, con un perfil de usuario de 37,8 años, crece en notoriedad,  frecuencia de visita y valoración; con más de una hora y veinte minutos de consumo, un promedio de 3,5 visitas al día y un aumento del 16% de valor en un año. Y por género, bastante paritario, el 52% es masculino y el 48% femenino.

Crear espacio, o una atmósfera, que sea fotográfica, es decir, instagrameable, es ahora, también, una inversión publicitaria. Porque son los mismos clientes los que dan valor y proximidad a la marca. Puesto que, al ser gente anónima hablando bien de tu producto, la audiencia no detecta ese post como un acto publicitario, sino como un ejercicio de difusión de un momento de placer que se quiere compartir.

En este sentido, es importante que esos negocios que tienen espacios concurrentes o públicos piensen en el concepto instagrameable como una oportunidad de negocio y publicidad. Ahora bien, teniendo en cuenta que la exageración nunca es buena, no tendría mucho sentido que un local que permite asistencia pública tenga muchos espacios dignos de ser fotografiados y que eso haga incompatible la comodidad. Porque entonces, el mismo rincón instagrameable,será objeto de crítica negativa y la inversión no habrá servido para nada.